Damos nuestra receta de sangría: una clásica y castiza bebida refrescante, imprescindible en los meses de verano, lo mismo con la comida que como refresco entre horas.
Se puede hacer la sangría más o menos compleja, siendo lo único imprescindible el vino (tinto, evidentemente) y los zumos de cítricos (por supuesto mejor naturales).
Ingredientes:
1/2 vaso de zumo de limón 1/2 vaso de zumo de naranja 2 vasos de vino tinto con cuerpo 1 vaso de agua con gas (o sin, si no te gustan las burbujas) 1/2 vaso de licores varios (mezcla de ron o brandy, ginebra, cointreau,...) (opcional) 4 cucharadas de azucar 1/2 limón 1/2 naranja pequeña Unos trocitos de frutas si se tiene (melocotón, manzana, pera...) mucho hielo
Elaboración:
Como nota importante advertimos de hacer la sangría con un tinto más bien peleón, o sea un tinto con bastante cuerpo y poca crianza (que los hay buenos y baratos de Ribera, Mancha, Toro, Jumilla...). Jamás hacerla con un reserva, pues sería tirar el dinero, y menos con un crianza de Rioja de esos que solo tienen aromas a madera, pues no saldría nada decente.
Otra nota: los zumos pueden ser naturales o envasados, si son de calidad, pero nunca refresco de lata, salvo que sea muy improvisada y no tengas nada bueno a mano. En cualquier caso es aconsejable colarlos para evitar que nos moleste la pulpa al beber.
Damos las medidas en vasos (de 250 cc.) para que así se pueda ajustar más fácil para cantidades mayores. La cantidad de azúcar dependerá de nuestros gustos, y de la potencia del vino.
Es conveniente usar una jarra especial de sangría: con el borde torcido para evitar que caigan los hielos y frutas al servir. Mezclaremos en la misma el azúcar con todos los ingredientes líquidos (menos el agua con gas), y se revuelve hasta que se disuelva bien el azúcar. El vaso de licores es opcional, se puede suprimir si se desea más ligera.
Se añaden el limón y la naranja troceados y sin pepitas, después de exprimirlos un poco para que suelten mejor los aromas de la cáscara. Si tenemos, incorporamos el resto de las frutas troceadas. Luego añadimos mucho hielo y el agua con gas, y se mezcla ligeramente.
Se puede servir la sangría inmediatamente, aunque mejora mucho dejando macerar las frutas un par de horas (en la nevera), en cuyo caso el añadido del hielo y el agua con gas lo haríamos después del reposo.
Disfruta la sangría bien fría en cualquier día de calor, a la sombra y con buena compañía :-)
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Dificultad: facil
T. Preparación: 10 min.