Esta receta tiene su origen en un restaurante muy conocido de Madrid, siendo copiada por mucha gente. Aunque nosotros la hemos hecho un poco a nuestra manera y con distintos ingredientes (y más que te contaremos en la explicación).
El nombre le viene por 2 detalles de vagancia: por un lado que utiliza patatas chips de bolsa en vez de fritas caseras y por otro que no se le da la vuelta, así que no hay opción a desarmarla al hacerlo, controlando el punto de cuajado según nos guste de jugosa.
Ingredientes:
2 o 3 huevos camperos 20 gr. de patatas fritas de bolsa 20 gr. de papada ibérica (ver alternativas abajo) sal y aceite
nota: es importante que los huevos sean de calidad: nosotros utilizamos los huevos azules, que no solo tienen mucho sabor sino mucho más color, pues las yemas son más grandes y más naranjas.
Por otro lado, el relleno de la tortilla (aparte de las patatas) es muy variable: cualquier cosa que echarías a una tortilla francesa vale para ésta: jamón o chorizo, queso, bonito, champiñones... o lo que hemos usado esta vez, que es papada ibérica de Joselito, troceada y ligeramente frita (si fuese jamón o chorizo lo echaríamos tal cual o justo calentado un poco).
Elaboración:
Utilizaremos imprescindiblemente una buena sartén antiadherente, dado que no vamos a menear el contenido y necesitamos luego sacarlo entero.
Batimos los huevos bien y los salamos adecuadamente (ojo, que la papada la resala un poco). Añadimos la mitad de las patatas ligeramente rotas y mezclamos bien. No hace falta dejar reposar más de 1 minuto, pues ya se ablandarán bien las patatas mientras se cocina (nuestro truco importante es dejar la mitad para que queden crujientes, y así tener dos texturas).
Calentamos a potencia media la sartén, mojada con aceite, hasta que humee ligeramente. En este momento volcamos el huevo batido, procurando que se reparta -tanto el huevo como las patatas- uniformemente por toda la sartén.
En el momento que vemos que ya ha cuajado un poco la base retiramos la sartén a un salvamanteles. Repartimos por encima tanto el relleno (papada en este caso) como el resto de patatas (también un poco rotas, para que no queden trozos grandes o doblados).
Volvemos a poner al fuego, controlando el punto de acabado superior para que esté jugosa o seca según nuestro gusto (para nosotros más bien que quede líquida por arriba).
Deslizamos a un plato, sin más y a comer!
|
Dificultad: fácil
T. Preparación: 5 min.
T. Cocción: 5 min.