Esta receta está basada en un plato tradicional de un restaurante de Bilbao (ya desaparecido) pero que todavía se ve por algún sitio. Aunque el original creo recordar que era con patata entera ahuecada para hacer el relleno, lo que hemos comido recientemente un par de veces es simplemente una rodaja de patata cocida con el centollo sobre ella.
Esta es nuestra versión en la que, además de hacer una especie de cuenco relleno, hemos sustituido el gazpacho del aliño de la mahonesa por salmorejo.
Ingredientes:
180 gr. de preparado para txangurro 1 patata mediana (250 gr.) 4 cucharadas de salsa mahonesa 4 cucharadas de salmorejo aceite de oliva virgen extra sal
Elaboración:
Como ya digo la receta original está preparada con mahonesa con gazpacho, pero nosotros la hemos hecho con salmorejo, para que tenga menos fuerza del pepino y verduras. Pero al final no deja de ser una especie de salsa rosa a la española, y basada en dicha receta le puedes dar las vueltas que quieras a su salsa...
Por otro lado puedes usar centollo cocido sin más, o con una ligera vinagreta con algunas verduras muy picaditas, aunque lo ideal es usar toda la fuerza del preparado para txangurro al horno, que nosotros solemos tener congelado en raciones, y que da mucho juego en otras preparaciones.
Lo primero será preparar la patata para el relleno, para que esté fría a la hora de comer. Podemos hacer un puré de patata a nuestro gusto (mejor un poco grosero), pero nosotros tenemos nuestro truco para hacerlo en microondas, como se describe en nuestra receta del pulpo a la gallega. Realmente no hace falta hacerla puré, pues luego la vamos a aplastar, pero sí la dejaremos aliñada con sal y con aceite de oliva a nuestro gusto.
Por otro lado preparamos la salsa, simplemente mezclando a partes iguales mayonesa con el salmorejo (y si la queremos más aromática podemos añadir un toque de pimienta, un poquito de brandy de Jerez y una gota de Tabasco).
Una vez tengamos hecho el puré de patata con trozos, haremos una cuna para el txangurro, usando unos aros metálicos de unos 10 cm. ligeramente untados de aceite. Con una cuchara (o un vaso estrecho) vamos dando forma a la patata para que cubra el fondo y deje como 1 cm. de pared, formando una especie de cuenco.
Una vez hecho el hueco añadimos el centollo y alisamos con una cuchara. Luego retiramos el aro con cuidado.
Podemos dejar las patatas así rellenas en la nevera durante un rato sin problemas, pues además conviene tomarlas frescas.
La presentación final del plato será simplemente con la patata rellenada con el preparado de txangurro, y unas cucharadas de salsa servidas por encima, no tapando todo el centollo para que parte se pueda apreciar.
Como ves es un plato sencillo si tienes los ingredientes a mano, pero muy sabroso, y puede quedar estupendo para sorprender a unos invitados.
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Dificultad: normal
T. Preparación: 30 min.