Aunque en casa no somos forofos del pan de molde, ciertamente lo usamos para hacer sandwiches, o incluso tostadas de desayuno. Así que de vez en cuando nos esforzamos en hacerlo en casa, en vez de comprar un pan de molde comercial (que una vez probado el casero nos parecerá insípido).
Esta receta no tiene ningún misterio, simplemente usaremos los ingredientes habituales de pan, en caso del de molde habitualmente enriquecidos con leche y un poco de mantequilla. La mayor diferencia radica en el horneado en su molde.
Ingredientes:
350 gr. de harina panadera 70 gr. de agua mineral 140 gr. de leche (puede ser desnatada) 21 gr. de mantequilla 14 gr. de azúcar 7 gr. de levadura de panadero fresca 7 gr. de sal marina
Elaboración:
Con las cantidades dadas nos sale para llenar justo un molde pequeño de 20x10x10 cm. con tapa. Para un molde de otras medidas habría que calcular la proporción adecuada. Si se quiere dejar abierto (o no tenemos tapa) cogerá otra forma y se dorará por arriba, pero no sobresaldrá apenas del molde: si queremos que quede con perfil de "champiñón" deberemos usar como un 25% más de todo (digamos 440 gr. de harina y parte proporcional del resto: fíjate que todas las cantidades son múltiplos de la cantidad de sal usada, así que será fácil calcularlas).
No vamos a hacer demasiado complicado el pan, pero sí con un prefermento que le mejorará el sabor y la conservación. Haremos pues a primera hora de la mañana una "biga" mezclando en un bol y acabando con las manos:
115 gr. de harina 70 gr. de agua 2 gr. de levadura
Esto nos producirá una bola de masa que, como es habitual, dejaremos fermentar en el bol, tapado con plastico transparente y a temperatura ambiente, durante 4-6 horas. Aunque también, dependiendo de nuestro horario, podemos dejarla 2 horas, luego meterla en la nevera para pasar la noche, y sacarla 1-2 horas antes de utilizarla.
Una vez esté bien burbujeante nuestro prefermento, lo mezclaremos con el resto:
235 gr. de harina 140 gr. de leche 21 gr. de mantequilla (ablandada) 14 gr. de azúcar 5 gr. de levadura (disuelta en la leche)
Después de mezclar bien incorporamos los 7 gr. de sal y amasamos de la forma habitual cosa de 10 minutos a mano o 6 a máquina.
Dejamos una primera subida durante 1:30 a 2 horas, hasta que duplique de volumen.
Sacamos del bol y amasamos ligeramente para desgasificar, pero sin pasarse. Aplanamos para hacer un cuadrado casi del tamaño del molde y lo enrollamos apretando bien. Lo metemos en el molde para pan ligeramente engrasado con aceite o mantequilla.
Dejaremos ahora subir (como siempre cubierto el molde con film transparente) hasta que la parte superior de la masa se aproxime a la altura del molde (o lo sobrepase ligeramente, si hemos hecho más cantidad de masa porque vamos a hornear sin tapar). Necesitará también bastante tiempo para que alcance dicha altura, aunque como siempre dependerá de la temperatura ambiente.
Ponemos la tapa si lo hemos decidido (ligeramente engrasada) y Horneamos a 180 ºC durante 40 minutos.
Una vez pasado el tiempo sacamos del horno y lo más pronto que podamos lo desmoldamos, para que no suelte vapor de agua y se humedezca el pan. Dejaremos enfriar completamente el pan de molde antes de cortarlo.
Verás con qué facilidad se consigue en casa un pan de molde que aún siendo blanco mejora en sabor a los industriales, y lo bien que vale tanto para hacer sandwiches como tostadas. Por cierto: se puede congelar sin problemas una vez cortado en rebanadas, metido en una bolsa y colocado con cuidado en el congelador de forma que no se apelmaze. Luego podremos sacar las rebanadas que necesitemos cada vez y usarlas a nuestro gusto.
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Dificultad: normal
T. Preparación: 20 min.
T. Espera: 8 horas
T. Cocción: 40 min.