Normalmente se asocia el carpaccio con una carne (o pescado, o verdura...) cortado muy fino y crudo. En ésta receta en cambio vamos a usar un salmón ahumado para presentarlo en forma de carpaccio. No es cocinado, pero tampoco es lo mismo que crudo, así que puede ser una forma distinta de comer carpaccio. Y por supuesto de comer salmón ahumado, para quien le guste pero esté cansado de comerlo de la forma clásica, en tostas con mantequilla.
Ingredientes:
150 gr. de salmón ahumado Noruego 3-4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra Arbequina corteza de limón rallada queso Camembert o tierno con sabor pimientas de colores cebollino sal Maldon
Elaboración:
Con 2 o 3 horas de antelación preparamos un aceite de limón. Para ello rallamos como una cucharadita de piel de limón (solo lo amarillo) y la dejamos infusionando en el aceite a temperatura ambiente.
También metemos al congelador una pequeña cuña del queso Camembert, para que esté duro a la hora de cortarlo. Podemos usar otro tipo de queso, tierno pero con más cuerpo (como la vez que hemos hecho las fotos), y no haria falta congelarlo para cortarlo. Pero si puedes intenta hacerlo con Camembert, que queda otra textura.
El salmón lo sacaremos del sobre con al menos 30 minutos de anticipación para que se airee. Lo dejamos separado en lonchas en un plato por unos minutos, y luego lo cortamos en trozos regulares a nuestro gusto (como del tamaño de una tostadita) para que sea más fácil de manejar a la hora de comer. Disponemos las lonchitas equitativamente sobre uno o dos platos, según prefiramos, ligeramente solapadas para cubrir el fondo.
Aliñamos el salmón con el aceite ya aromatizado y colado para quitar la ralladura del limón (aunque podemos dejar una parte de ésta, según nos guste). Luego con un molinillo moleremos las pimientas de colores sobre el mismo, sin quedarnos cortos. Añadimos el cebollino picado y completamos con unas pocas escamas de sal Maldon ligeramente trituradas. Finalmenter cortamos con un pelapatatas lascas del queso Camembert, dejando que caigan repartidas sobre los platos del salmón (o repartimos el queso tierno rallado por encima).
Una vez preparado este carpaccio de salmón conviene dejarlo reposar en la nevera unos 10-15 minutos antes de comerlo, para que se integren sabores y se conserve frío.
Lo dicho: en vez de comer el salmón a palo seco, simplemente sobre unas tostas con un poco de mantequilla, así podemos comerlo solo, pero bien aliñado, y tiene otra gracia. Pruébalo así, o investiga con otras combinaciones de quesos, especias o hierbas, etc...
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Dificultad: normal
T. Preparación: 20 min.