Este es un dulce bastante conocido, que se puede hacer de dos formas: fácil o bien. Porque verás muchas recetas simplonas, pero para hacerlo bien necesita dos ingredientes fundamentales en el relleno: arroz inflado y almendra picada caramelizada. Solamente así queda esa textura ligera y crujiente a la vez.
Por otra parte puedes hacer las rocas con chocolate negro (como nos gusta a nosotros) o con leche o incluso blanco. O cualquier tableta que tengas de un chocolate que te guste especialmente.
Ingredientes:
150 gr. de chocolate negro (o del color que prefieras) 45 gr. de almendras crudas peladas sin sal 60 gr. de azúcar 15 gr. de arroz inflado
Elaboración:
Lo primero de todo será el preparar los trocitos de almendra caramelizados. Aunue nosotros lo hemos hecho alguna vez con otros frutos secos, incluso con unas nueces garrapiñadas que quedaron bastante bien... y ahorran mucho trabajo ;)
Pero si no tenemos, nos pondremos a ello: primero picamos las almendras en trocitos no mucho mayores que los granos del arroz inflado. Luego las tostamos ligeramente en el horno, lo justo para secarlas un poco sin dorarlas: unos 5 minutos a 150 ºC.
En un cacito pequeño ponemos a calentar el azúcar a fuego medio, hasta que se derrita y se empiece a caramelizar. Incorporamos las almendras picadas, controlando bien el fuego para que no se queme el azúcar en lo que lo hacemos. Revolvemos bien, para que se impregnen del caramelo. Posiblemente haya un exceso de caramelo, pero no importa: para estas cantidades sería complicado dejarlo muy ajustado, y lo que sobre luego se limpia bien.
Vamos sacando las almendras caramelizadas con una cuchara de madera, nosotros usamos una lámina de silicona para dejarlas, pues se manejan mejor. Intentaremos dejarlas sueltas, y si se nos pegan mucho luego (ojo! que queman mucho recién sacadas) las cascamos con las manos o cortamos un poco con un cuchillo.
Una vez hecho lo más complicado, pasaremos a lo que es en sí la realización de las rocas: ponemos a derretir el chocolate en el microondas, ligeramente troceado si era de tableta y en un bol amplio. No hay que calentarlo demasiado, sino insistir en revolver para que se terminen de licuar los trozos que nos queden.
Una vez bien derretido el chocolate, y controlando que no esté demasiado caliente (si lo está esperamos un poco) le añadimos el arroz inflado y las almendras caramelizadas. Revolvemos bien hasta que no se vea nada que no esté cubierto de chocolate. Debemos comprobar que no queda un exceso de chocolate en el fondo del bol, sino que se haya integrado todo con los tropiezos.
Ahora dejaremos enfriar un poco la mezcla, quizás de 10 a 15 minutos, para que el cocolate esté un poco más espeso y no se nos desparrame al formar las rocas. Utilizaremos la misma lámina de silicona o una bandeja cubierta con papel de hornear para que luego se puedan separar las rocas ya frías.
Con un par de cucharas vamos cogiendo porciones de masa y dejándolas en montoncitos, procurando que queden apiladas y no muy aplanadas. También hay que tener cuidado de no cojer un exceso de chocolate líquido para que no se apelmaze en el fondo de las rocas.
Una vez hechos todos los montones, si nos sobrase algo de chocolate lo podremos repartir por encima, que como ya estará más frío se repartirá mejor por la superficie e interior de las rocas.
Es imprescindible dejar enfriar las rocas como una hora y luego meterlas en el frigorífico para que se terminen de endurecer. Una vez ya duras las podemos despegar de la placa y meter en bolsas o en una caja, procurando -sobre todo en verano- conservarlas en lugar fresco.
Si has probado estas riquísimas rocas de chocolate hechas en casa, verás que no tienen nada que envidiar a las de la mejor pastelería, con su crujiente y ligero relleno, y el aroma que le aporta un buen chocolate... para repetir hasta cansarse!
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Dificultad: normal
T. Preparación: 30 min.
T. Espera: 2 horas