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El conejo que se puede encontrar habitualmente en el supermercado es bastante soso, aunque su carne sea muy buena dietéticamente. Por eso hemos buscado una receta que realce su sabor, dejándola más sabrosa y jugosa. Una receta con toques muy mediterráneos, con unos aromas que a nosotros nos gustan mucho. Esperamos que la disfrutes.
Ingredientes:
Un conejo de poco más de 1 Kg.
6 tomates secos en aceite
3 o 4 chalotas
3 o 4 dientes de ajo
1 ramita de romero
2 cucharadas de aceite de oliva virgen
2 cucharadas de mostaza de Dijon
100 cc. de vino blanco seco
Elaboración:
El conejo lo limpiaremos bien, troceándolo en unas 12 partes, para que luego sea fácil de repartir.
Pelamos las chalotas y las cortamos en rodajas finitas. Cortamos también los tomates en tiras, dejando por otro lado los ajos limpios pero con su piel.
Calentamos el aceite en una cocotte o cazuela amplia, y añadimos los trozos de conejo. Dejamos que se doren por todos lados, salpimentando mientras tanto.
Retiramos la cazuela del fuego y sacamos el conejo a un plato. Ahora pintaremos las piezas de conejo con la mostaza, ayudándonos de un pincel de cocina adecuado.
En la cocotte o cazuela donde habíamos frito el conejo añadimos las chalotas, los ajos, los tomates y el romero, y dejamos saltear un poco.
Incorporamos finalmente el conejo pintado con la mostaza, y remojamos con el vino y otro tanto de agua.
Tapamos la cocotte y pasamos a cocinar: se puede hacer al fuego, aunque nosotros recomendamos hacerlo en el horno, estando siempre tapada, donde necesitará unas 2 horas a 160 °C. Si lo hacemos al fuego igual se hace en menos tiempo, pero habrá que remover de vez en cuando, y posiblemente agregar agua si se seca demasiado la salsa.
Una vez cocinado se puede pasar a comer directamente. Queda un plato como he dicho muy sabroso, con una salsa concentrada pero rica y muchísimo sabor.
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Dificultad: normal
T. Preparación: 20 min.
T. Cocción: 2 horas