Esta es mi receta particular para el pollo al ajillo. Un poco diferente de lo que se ve por ahí, pues el ajo no se fríe con el pollo y se deja en un punto más agradable, y queda muy sabroso, sobre todo si podemos usar unos ajos buenos que no sean muy fuertes.
Ingredientes:
2 muslos de pollo (1/2 kg) 4 dientes de ajo (de calidad) 2 ramitas de perejil 50cc. de aceite de oliva
Elaboración:
Limpiamos bien el pollo, quitándole los restos de plumas, la grasa que podamos, y el exceso de piel. Luego lo troceamos en trozos más bien pequeños (la piel la podemos dejar o no, según nos guste).
Los ajos los picamos bastante finos (quitándoles el germen) y los ponemos a hacer en una sartén pequeña, con el aceite a fuego bastante suave. Los salamos ligeramente y dejamos que se cocinen hasta que empieza a coger color (justo que se dore un poco). Añadimos en ese momento el perejil muy picado y damos un par de vueltas.
Pasamos el aceite aromatizado por un colador a una sartén grande, donde freiremos el pollo. Los ajos y el perejil que se quedarán en el colador los reservamos para luego.
Ponemos la sartén grande ahora a fuego vivo, y cuando esté bien caliente añadimos el pollo. Dejamos hacer bien por todos lados para que quede bien dorado y hecho por dentro. Mientras damos vueltas aderezamos un par de veces con sal fina.
Una vez bien frito el pollo, lo pasamos a una fuente, y repartimos los ajos y perejil por encima (se calentarán en contacto con el pollo). Y ya podemos disfrutar de este sabroso pollo al ajillo, un poco diferente de lo habitual, pero más sabroso y muy fácil de hacer.
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Dificultad: normal
T. Preparación: 20 min.
T. Cocción: 15 min.