Una ensalada diferente, al llevar espárragos frescos crudos. Queda muy refrescante al aunar el crujiente y un poco acidillo de los mismos con la ternura del tomate que será de una forma poco vista: en puré grosero.
El complemento de las setas remata un conjunto muy original, y otra manera de comer espárragos, que ahora ya tenemos todo el año.
Ingredientes:
2 espárragos blancos gruesos 2 setas de cultivo grandes 2 tomates pequeños (raf o similar) 3 cucharadas de aceite de oliva virgen picual 1 cucharada de vinagre de jerez al PX
Elaboración:
Pelamos bien los espárragos (con un pelapatatas es lo más fácil), los pasamos un poco por el grifo para lavarlos y los dejamos escurrir. Luego los cortamos con la mandolina (casi imprescindible, aunque también se puede intentar con el mismo pelapatatas) de tal forma que salgan filetes muy finos (1 mm.) y largos.
Limpiamos las setas con un trapo húmedo (nunca pasarlas por agua) y un cuchillito si hiciera falta quitar algo. Les cortamos a conciencia el pie y las fileteamos con un cuchillo afilado o en la mandolina (a un grosor mayor que los espárragos).
Los tomates también los pelamos con el pelapatatas. Luego los cortamos en cuartos, les quitamos la zona dura central, y procedemos a hacerlos puré aplastándolos con un tenedor. Cuidando aprovechar todo el jugo que suelten, los vamos echando a un bol.
Mezclamos en el mismo bol el aceite, vinagre y salamos adecuadamente.
Finalmente pasamos a montar el plato. Podemos hacerlo de varias formas, pero es interesante poner el puré de tomate sobre las setas para que éstas se impregnen de los jugos que suelte el tomate. Así que nuestro montaje fué simplemente una torre en orden con las setas, el puré de tomate y las láminas de espárrago. Podemos coronar el plato con algo que le dé color.
Y así de fácil lo tenemos: esta ensalada de espárragos es un plato muy jugoso y refrescante, de sorprender para quien no haya probado algo similar.
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Dificultad: facil
T. Preparación: 20 min.