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En casa casi siempre tenemos hongos en el congelador. Lo mismo pueden ser recogidos por nosotros que (las más veces) comprados congelados, que se pueden encontrar de buena calidad.
Así que los usamos bastante para guarniciones o como complemento de otros platos, pero muchas otras simplemente salteados, aunque no se había terciado poner la receta hasta ahora.
Antes de pasar a explicar la receta, me voy a permitir una pequeña discusión sobre el asunto:
Los hongos (boletus edulis, pinícola o similares), si son de calidad, no necesitan prácticamente ningún aderezo o aliño para acompañarlos. A mí me gusta hacerlos con un buen aceite de oliva virgen extra, que acompaña muy bien al sabor de los hongos. Y así, simplemente salteados (fritos, se podría decir) y salados con una sal de calidad (Guérande o Maldon) ya son un vicio.
Pero el plato lo podemos complicar todo lo que queramos. Entre los condimentos puede estar el ajo (cosa que -aunque es bastante habitual para muchas setas- desaconsejo totalmente, salvo que sea en plan persillade añadida al final, o sea en crudo, con perejil y poca cantidad), la cebolla, o mejor (y como a mí más me gusta) la chalota. Que aparte del sabor deja una salsita espesa muy agradable. Y también el perejil, que le da un toque de sabor y color que le viene bien.
Por otro lado el añadirle un poquito de jamón redondea muy bien el plato, pero cuidando de no pasarnos para que no lo domine.
Y para completarlo también podemos darle un ligero toque con un fondo oscuro, o como en este caso (más fácil para nosotros de tener a mano) un poco de oporto (incorporación reciente a nuestra receta y que la convierte en una armonía muy completa de aromas y sabores).
Así que el plato completo (con todas las opciones anteriores) ya quedaría así:
Ingredientes:
250 gr. de hongos (Boletus)
3 cucharadas de buen aceite de oliva virgen picual
2 cucharadas de oporto
1 cucharada llena de jamón ibérico muy picadito
1 chalota mediana
1 ramita de perejil
sal de Guérande
Elaboración:
Limpiamos bien los hongos si son frescos. Si son congelados los dejaremos al menos media hora al aire para que se ablanden un poco, o los pasaremos un poco por el microondas en potencia mínima (con mucho cuidado de que no se descongelen del todo). Estando así medio descongelados los podremos limpiar cómodamente de los restos de tierra que trajeran (que suelen ser muy pocos) y trocear con un cuchillo afilado en trozos regulares no muy pequeños.
La chalota la pelamos y picamos muy finita.
Ponemos el aceite en una sartén con la chalota, y lo dejamos hacer a fuego lento durante unos 10-15 minutos, hasta que comienze a coger color.
Añadimos medio vasito de agua (que ayuda a comenzar la cocción de los hongos) y los hongos troceados, asi como el oporto y el jamón. Subimos el fuego hasta que comienza a hervir un poco fuerte, y luego lo bajamos para mantener durante otros 10-15 minutos la hechura de los hongos.
Cuando falte poco para terminar salaremos adecuadamente (bastante, pues los hongos siempre pecan de muy sosos). Aunque si vemos que se secan demasiado iremos añadiendo agua según veamos, para que queden con un poquito de salsilla.
El ultimo minuto subiremos a fuego vivo para que se endurezca el hongo y tenga una textura más agradable (no debe quedar baboso).
Servimos los hongos salteados con el perejil picadito salpicado por encima, y a disfrutar!
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Dificultad: normal
T. Preparación: 15 min.
T. Cocción: 30 min.