Llevábamos tiempo queriendo hacer esta receta y por fin la hicimos y la repetiremos más veces, ya que además de buenísima es de lo más sencilla de hacer.
La verdad es que las torrijas hechas con algún tipo de bollo se han hecho muy habituales en las cartas de los restaurantes últimamente, y ésta es nuestra versión hecha con el brioche que se puede comprar en alguna buena pastelería (o hacer en casa).
Ingredientes:
4 rebanadas gruesas de brioche 2 huevos medianos 150 cc. de nata líquida 2-3 cucharadas de azúcar (según el dulzor del brioche)
Elaboración:
El brioche que compramos es en forma de corona, así que lo cortaremos para que podamos sacar las 4 tajadas de dos dedos de grosor. El resto ya lo comeremos de otras formas. [nota: ahora que lo hacemos casero hay menos problema pues es de formato cuadrado, aunque es posible que lo encuentres en alguna panadería en ese formato]
En un bol batimos los huevos y los mezclamos con la nata y el azúcar.
En una fuente colocamos las rebanadas de brioche (separadas, pero ajustadas) y le añadimos la mezcla dejándolo que se empapen bien. Se deja una o dos horas en la nevera, dependiendo de lo blando que esté el brioche, dándole vuelta de vez en cuando, pero cuidando que no se rompa.
Ponemos la plancha a fuego medio, la untamos con un poco de mantequilla, y colocamos a dorar las rebanadas (y a cuajar parcialmente el líquido del relleno). Cuando por las dos caras estén bien doradas es hora de servir, mejor recién hechas (o recalentadas ligeramente en el microondas), aunque también se pueden tomar frías.
Para acompañar pega algún helado suave: vainilla, nata, yogur... comprado en una buena heladería. En éste caso fué de leche merengada. Pero lo importante es espolvorearlo bien con canela. Y para mi gusto, para que no se mezcle el líquido que suelte al derretirse (sobre todo si sacamos la torrija caliente), ponerlo sobre unas cucharas de presentación.
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Dificultad: normal
T. Preparación: 15 min.
T. Espera: 2 horas
T. Cocción: 5 min.